martes, 14 de mayo de 2013

LA TORMENTA


ACLARACIÓN: Un intento de Relato Erótico que escribí para llevar a cabo un piloto de T.V. que tenía en mente producir. Una de mis tantas ideas...

LA TORMENTA – Mariana Méndez

Esa noche luego de nuestro primer beso al acompañarme a casa, cerré la puerta, suspiré y no pude evitar la sonrisa en mi rostro tan amplia, sabor a chocolate y menta.
No se aún por qué recordé esa canción y decidí sentarme a escucharla en el sillón. Me recosté, cerré los ojos y el vals de Amelie me llevaba a añorar tus labios.
Mi mano comenzó a bailar suavemente en el aire, a rozar mi otra mano, mi brazo, mi cuello. Podía sentir tus caricias en las mías.
Lentamente mis dedos buscaron rozar el pezón sobre mi remera. Mágicamente ahí estaba, llamaba la atención su relieve obligándome a sentir mi piel, deslicé mi mano por debajo de mi remera y como una dulce quinceañera sonreí.
No pude evitar guiar mis dedos hacia abajo. Abrí el cierre del pantalón con timidez y deseo de que estuvieras allí. El aroma a lluvia que se avecina completaba mi escena. Me sentía viva, todos mis sentidos, todas mis fantasías se desplegaban para mí. Mis dedos pellizcaban mi bombacha y la inminente humedad de la lluvia obligaban a hacer algo al respecto. Casi sin darme cuenta se deslizaron hacia lo profundo de mi ser. Tibio, tibio, caliente si…
A su vez acariciaba mi rostro y volvía a descubrir mi sonrisa, una mueca imposible de detener. De alguna manera vos estabas ahí descubriéndome frutal, fresca, inocente, dispuesta. Todas las imágenes en mi cabeza, lo vibrante de mi cuerpo aguardando tu llegada, mi liberación… la tormenta.

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