Siempre adoré al Principito. Creo que en un punto todos los empáticos somos un poco así...hasta que "despertamos" sentíamos que estábamos lejos de casa, vemos lo esencial que es invisible a los ojos, nos comunicamos con las rosas, con los zorros y a pesar de que más de uno de nosotros estamos grandecitos podemos seguir viendo la boa que se comió el elefante en lugar de un sombrero. Sólo que sabiéndonos Principitos en vez de Patitos Feos, podemos vivir felices en esta existencia al dejar de querer encajar y pasar a disfrutarlo como un don brindándolo. Este es el momento para finalmente desplegar nuestras alas y volar. Es nuestro momento de surgir de las tinieblas para llevar el mensaje luminoso y compasivo que ha caracterizado nuestras vidas. Enseñar y tomar las riendas del cambio hacia una nueva generación empática. Cada día somos más. Es el momento de tomar esta oportunidad. Los invito a ser guías hacia una conciencia planetaria donde nuestro planeta tierra brille iluminando cada uno desde su rol.
05/02/2012
Mariana Méndez
Buenos Aires - ARGENTINA
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