Son las 21.30hs. y acabo de
arribar al hogar. Me propuse sentarme a escribir, algo aunque sea… Y aquí
estoy.
Para mí el 8 de marzo será
significativo de por vida. Cada vez que llega ese día viene a mi mente el recuerdo de que un 8 de marzo, ese preciso día, terminé llamando al 0800 de la mujer para pedir asistencia
ante una situación de violencia que estaba viviendo. Recordaré siempre esta
frase que me dijeron del otro lado del teléfono: “¿No te das cuenta Mariana que
no estás pudiendo manejar esta situación? ¿No te das cuenta de que necesitás
ayuda, no te das cuenta de que vos sola no podés? Dejame que te mande un móvil”.
También recuerdo la violación y asesinato de la militante diaguita Doña Esperanza Nieva.
Todavía estoy aprendiendo a ser
mujer. Voy cambiando mi forma de ver a las mujeres a medida que voy cambiando
la forma en la que me veo, porque el mundo va cambiando y va mostrando otros
aspectos de nosotras mismas que no veíamos.
Actualmente creo que la mujer
está auto reconociéndose, está encontrándose a sí misma auténtica y total.
No soy feminista, soy mujer. No
soy machista, soy mujer. Me interesa el ser humano. Me interesan los aspectos
que solemos considerar femeninos y los que solemos considerar masculinos. Hemos
pasado a creer que somos polaridades.
Error.
Desde la costilla del hombre,
pasando por el uso del apellido del marido, hemos recorrido un largo camino
muchacha.
Hombres y Mujeres nos polarizamos, basicamente, de
nosotros mismos. Luego pasamos a intercambiar polos, y esto sirvió para ir
metiéndonos en la piel del otro.
Estamos en el momento de
recuperar el equilibrio, un momento para vincularnos como humanos, más que como
hombre y mujer. Todavía hay mucho para deshacer, mucho para aprender, pero
también mucho para compartir. Cada movimiento que uno de estos polos hace
produce un movimiento en el otro. Nos interpela nuevamente para reencontrarnos,
en el fondo, con la raza humana. Compleja, muy compleja, a la cual hemos ido
complejizando cada vez más. Creo que es tiempo de ir encontrando el camino hacia la
sencillez.
El hombre, entre otras cosas,
aprendió que tiene emociones, sensibilidades, aprendió a saludarse con un beso
y un abrazo, aprendió a llorar, aprendió a decir “no sé” o “no puedo” o “no me
sale” y aprendió a cambiar pañales. La mujer aprendió, entre otras cosas, a
desplegar su sexualidad, a sostener económicamente una familia, a hacerse la “macho
man”, la “yo todo lo puedo”, la “soy invencible”. Hay que bajar un cambio.
Yo nací en una familia de
avanzada, atípica, con muchos roles intercambiados. Cuando comparaba con “el
afuera” (algo que nuestros cerebros sistemáticamente hacen para decodificar el
mundo) encontré que no encontraba semejanza. Tuve graves problemas de identidad
por esta y varias otras razones. Realmente no encontré muchas madres como la mía
sueltas por la vida. Todo lo que escuchaba que le atribuían a las mujeres, no
era algo que yo pudiera ver en mi casa. Mi abuela paterna tenía algunos “clásicos”
pero no todos. Entonces….siempre me vi como un bicho raro. Descubrí que lo era,
en esos momentos lo era, cada día que pasa siento que me voy “normalizando”
pero básicamente no soy tanto yo la que se normaliza, sino que el mundo se está
normalizando, y yo puedo ser más yo cada día.
Cada año que pasa, lo vivo
distinto. Voy intentando de alguna manera atravesar dolores viejos, liberarlos,
soltarlos para que en algún momento terminen de sanar, mientras tanto trato de
descubrir cuantas letras de la palabra MUJER logré adquirir. Por ahora río y tengo lágrimas en todo el cuerpo enquistadas.
Cuando usamos la frase: “Es una MUJER con todas las letras”, nos
equivocamos. Si quisiera adular a una de mi género, diría que es una MUJER con
todo su potencial desplegado, expandido, funcionando, brillando, iluminando,
con toda su vulnerabilidad y su fuerza, con toda su humanidad en constante
cambio y movimiento. Diría: “ Ahí va una mujer….fluyendo feliz.”
NO A LA VIOLENCIA. SI AL AMOR
PROPIO DE HOMBRES Y MUJERES.
PEDIDO DE JUSTICIA X ESPERANZA NIEVA.
ANTE SITUACIONES DE VIOLENCIA FAMILIAR EN ARGENTINA COMUNICARSE AL 137 MÁS INFO AQUÍ
LINEA DE ATENCIÓN GRATUITA PARA MUJERES VICTIMAS DE VIOLENCIA DOMESTICA Y/O SEXUAL GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES 0800-666-8537
gracias mariana ..diana v.. si es verdad mi madre es atipica
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