Mi gatita se murió. No fue agradable y de alguna manera he sido responsable. Calculo que debo de quedarme con la alegría de haber estado en ese momento. También de alguna manera he colaborado para su regreso a la fuente. En los últimos días conversamos mucho. Era sabido. Llegó el momento. 20 años es mucho tiempo. Nunca estuve sola. Simba y Murcie estuvieron conmigo transmutando todo lo que he traído. Ambas se fueron en el momento en el que debían irse. Notoriamente para que yo siga mi camino...
Veo mis canas y me pregunto qué puedo hacer ahora? Veo a los jóvenes y me pregunto quién los cobija ahora? Cuál es mi rol como artista hoy? Cuál es mi rol? Busco busco más no encuentro mi suficiente rebelión. Me agoto y me esfuerzo un montón. Ser pionera y luchadora no es un camino simple en ninguna razón. Observar analizar digerir reflejar implica mucho de extracción decantando lo que sobra en cada canción. Cuando la poesía se acobarda, muero con ella en su interior. La palabra queda enquistada, intoxica mi mente y mi corazón. Sólo conozco la lucha como misión. Soy guerrera del arco iris y no vivo sin lluvia y sol. Mi sentido es mi sentir. En esta existencia vivo y eso debo prevenir: evitar olvidar que hoy estoy aquí. Que el pasado quedó decapitado cuando descubrí haber llegado hasta aquí. La magia de la vida me trajo y comienza a ser grato el sentir. La música puede no ser universal a menos que sea negra india y de tierra venir. Hoy hago lo necesario como siempre desde que me conocí. Cuál es el sentido que hoy debemos descubrir?
No me pagan por la letra. Mi sangre paga por ella. El universo devuelve lo que sembré, germiné, regué y visioné. No lo niego. Me equivoqué una y otra vez. Así aprendí. Así reconocí que soy todo eso que creía y dije ser, todo eso que advertí en ese instante en el que morí.
Cambia todo cambia. Nuevamente me toca a mí.
No tolero que las muertes pasen sin pena ni gloria. Nunca lo hice y a esta altura tampoco creo que lo haré. De alguna manera vivo con los muertos. Y muero con los vivos que no viven porque no saben morir.
Se viene el estallido. Te lo advertí.
Ahora Vivo en La Matanza.
Se veía venir...
Se veía venir...
Veo mis canas y me pregunto qué puedo hacer ahora? Veo a los jóvenes y me pregunto quién los cobija ahora? Cuál es mi rol como artista hoy? Cuál es mi rol? Busco busco más no encuentro mi suficiente rebelión. Me agoto y me esfuerzo un montón. Ser pionera y luchadora no es un camino simple en ninguna razón. Observar analizar digerir reflejar implica mucho de extracción decantando lo que sobra en cada canción. Cuando la poesía se acobarda, muero con ella en su interior. La palabra queda enquistada, intoxica mi mente y mi corazón. Sólo conozco la lucha como misión. Soy guerrera del arco iris y no vivo sin lluvia y sol. Mi sentido es mi sentir. En esta existencia vivo y eso debo prevenir: evitar olvidar que hoy estoy aquí. Que el pasado quedó decapitado cuando descubrí haber llegado hasta aquí. La magia de la vida me trajo y comienza a ser grato el sentir. La música puede no ser universal a menos que sea negra india y de tierra venir. Hoy hago lo necesario como siempre desde que me conocí. Cuál es el sentido que hoy debemos descubrir?
No me pagan por la letra. Mi sangre paga por ella. El universo devuelve lo que sembré, germiné, regué y visioné. No lo niego. Me equivoqué una y otra vez. Así aprendí. Así reconocí que soy todo eso que creía y dije ser, todo eso que advertí en ese instante en el que morí.
Cambia todo cambia. Nuevamente me toca a mí.
No tolero que las muertes pasen sin pena ni gloria. Nunca lo hice y a esta altura tampoco creo que lo haré. De alguna manera vivo con los muertos. Y muero con los vivos que no viven porque no saben morir.
Se viene el estallido. Te lo advertí.
Ahora Vivo en La Matanza.
Se veía venir...
Se veía venir...
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