Todo es un ciclo, todo da vueltas, de todas maneras ya no
siento que vuelvo al mismo lugar, eso sí, la forma del supuesto retroceso es lo
mismo, giran las agujas para el lado contrario pero vuelvo al punto cero.
Nuevos comienzos, levanto el mazo y barajo de nuevo.
Todo sucede por alguna puta razón, al fin de cuentas, tarde
o temprano la descubrimos.
Todo me mueve, yo me muevo, todo vacila, yo vacilo…pero hay
un punto esclarecedor, de lucidez y locura infinita que lleva a girar la perilla
para volver a la hora 0. A ese momento de resurrección, luego de una lenta
muerte me abstengo, más me abstengo menos obtengo. Ahí acelero el tiempo y me
detengo en ese instante 12 en el que sé que al siguiente un ciclo ingresa
nuevamente. Respiro y escupo en ese último momento el pasado, lo reciclo y
reingreso con toda mi fé. Hoy ya no rechazo la forma, no tiene sentido, está en
mi naturaleza. Sólo intento un cero benéfico.
Mariana Méndez
03/11/2013