Gritos, sounds, esferas plateadas
sobre mi chakra superior, danzan, vuelan, nadan. Solsticios de lava ardiente
que emergen y nos sumergen en una lábil algarabía que no logra traspasar el
límite autoimpuesto para reflejar una porción de mí misma, una porción del ser
que se ha hecho poción en una pasión de infinitos recuerdos polvarientos que
difuminan la oscura realidad de abocarse a una boca sedosa: nuestra propia
humanidad hecha talento, en una variedad digna de un coloquio de voces que
claman y no encuentran un destino ni un pasaje mejor que adentrarnos en las
esferas cotidianas que nos exhasperan más allá de nuestras limitaciones para
finalmente lograr extraer lo mejor de nosotros mismos, lava ardiente, elixir de
la vida, el fin y por qué no…el principio.
Cada vez que uno hace un
movimiento…otras fichas se mueven…qué esperabas?
Mariana Méndez
29/10/2013